Cerro los ojos un par de minutos, dejo que cada gota de lluvia fuese absorbida por su piel, cada chokeante corriente de aire penetrara por su piel, cada hoja seca rozase su cuerpo al caer... Se dejo estar, se dejo comer por la naturaleza circundante, durante unos segundos se sintió bien, pero y es que al cabo de esos segundos comenzó a sentir el ruido, el cemento, la falta de alegría y colores de lo que ahora era su naturaleza...
Olvidó que estaba en la ciudad... Olvidó que ahora estaba siendo mirada, pero no observada, eso le dio un poco de tranquilidad al menos, el desinterés de las personas de la ciudad la dejaba con una paz interior... hasta que lo vio, no era una persona... ni un músico, ni un amante. Ahí estaba en su misma sintonía, sintiéndose ajeno a la ciudad pero siendo parte del paisaje urbano, ahí estaba.


*Hoy ya no lo encuentro, dicen que los gatos se van cuando van a morir!


Foto: By Caco... Santino/LagoRapel2012