Eran un montón de historias, cuentos de fantasías, cuentos de terror, un par de aquellos que te dicen se basan en hechos reales, eran un montón de historias cada una con sus moralejas y enseñanzas, con sus sentidos y ricos en entretención, claro cada uno a su manera...Y ella se sentaba las tardes enteras a escuchar, solo escuchar. Un día salieron de su boca un par de consejos, un par de palabras y un par de conclusiones, al terminar pensó se sentiría mejor por sacar de una vez por todas todo de adentro, pero al rozar el ultimo aliento de las palabras por sus labios, justo en ese momento, vio su alma escapar del cuerpo... miro a su alrededor y a nadie le importaba, esta vez como muchas otras nunca importo... la acongojada alma nuevamente se perdería, nuevamente vagaría hasta encontrar la historia lo suficientemente interesante para ella, como para volver a entrar... Era la única forma de entrar.

No hay mas puertas que las salidas...!