♥
Lo he visto en otras caras... Se vive de amor y al poco rato se han muerto de pena!

jueves, 31 de mayo de 2012


Y es que lo recuerdo con claridad, supongo que el tiempo me ha demostrado que quizás jamas olvidare su rostro, quizás mi destino es volverlo a encontrar o talvez recordar siempre que las cosas especiales pueden surgir del sonido del viento, y es que hay una pequeña hostal en Copacabana (Bolivia..)  llamada "Hostal de Mariela" llena de magia y vibraciones emocionantes, es larga la historia de como caí en aquel lugar, solo se que caí y me sentí tranquila luego de tanta inestabilidad. Al llegar a Copacabana lo primero que hicimos con mi amigo rojo fue movernos a la isla del sol, solo nosotros, la carpa, un par de botellas de agua, algo de comer y nuestras ganas de rodearnos del lago Titi-Caca y claro la mística isla era el mejor lugar. Días tranquilos, largas caminatas a la siete de la mañana me llenaban de energía, mis pruebas de coraje conmigo misma cada día me abrían un poco mas los ojos, nos devolvimos a copacabana (pueblito) y al separarme de mi amigo rojo, un poco desprotegida y aventurada al viajar sola llegue a esta hostal... Muchos personajes, con diversas historias pisaban, respiraban, reían, cantaban, vivían en esos cinco pisos de habitaciones compartidas, en donde uno pagaba por la cama, no por la habitación... cada día la alegría te hacia sentir lleno de paz... la convivencia en tal pekeñito lugar siempre era amena... un día llego aquel muchacho Argentino de la ciudad de Mendoza, claro era difícil diferenciar mucho su acento ya que los mendocinos hablar muy similar a los Chilenos, de gran altura, cabello castaño, ojos expresivos y esa esencia de amor.
Tuvimos una larga conversación durante la noche, interesante percepciones de la vida, de la gente, planes, ganas... la larga noche se hizo mas corta que nunca, durante un par de días y realmente un par, solo dos, nuestras charlas y ganas de cuidarnos mutuamente iban evolucionando, su alegría se contagiaba... siempre risueño, su plan era ir a acampar a la isla del sol, lugar en el cual yo ya había estado y aunque me invito a ir con el no pude hacerlo por que el capital del viaje se acababa y había que trabajar para renovarlo, el solo iba por un par de días, me pidió que lo esperase, yo le dije que si no nos volvíamos a ver por que yo me largara de ese lugar seria por que así la vida lo quería, y si nos volvíamos a encontrar seria igual de bueno que habernos conocido... un par de días decidí migrar  del lugar, movilizarme hacia Cochabamba con Estefan un buen amigo Francés, termine en una movilidad a esa otra gran ciudad...
No lo volví a ver, pero jamas olvido su rostro, su energía y nuestras ganas de cuidarnos mutuamente...
Quizás un día lo vuelva a encontrar... quizás no, pero del viento pueden surgir cosas muy especiales!

Quizás...!
Quizás un día nos cansaremos de volar...!

No hay comentarios:

Publicar un comentario